Un plato con gran arraigo en Asturias, en el que se reúnen lo mejor de la tierra y la chacinería tradicional. La sidra, aconsejable natural de manzana sin gasificación; y el chorizo, frescos y con poco periodo de curación.

En una sartén o cazuela de barro, con un chorrito de aceite, doramos ligeramente los chorizos, previamente pinchados por varios sitios, para que se hagan por dentro y suelten su jugo.
Cuando estén ligeramente dorados añadimos la sidra hasta que los cubra por completo, dos hojas de laurel y subimos el fuego hasta que alcance el punto de ebullición; cocción en la que dejamos la elaboración dos o tres minutos según el grosor de los chorizos. Posteriormente, el fuego se bajará al mínimo hasta que se hagan los chorizos y reduzca la sidra al menos un treinta por ciento de su volumen, proceso que por lo general durará alrededor de veinte o veinticinco minutos.

Pasado el tiempo señalado, sacamos los chorizos, los cortamos en rodajas y los volvemos a colocar en la sartén o cazuela de barro junto con la salsa y volvemos a subir la intensidad del fuego hasta volver a alcanzar el punto de ebullición.

Ingredientes:

4 ó 5 chorizos asturianos tiernos, ¾ de litro de sidra natural asturiana, 2 hojas de laurel, aceite de oliva virgen.

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