Hace unos días se daba por “oficiosamente” concluida la convocatoria diaria a las 20:00h al aplauso por esos que tanto se han jugado en primera línea en la lucha contra el COVID-19. La lista de los homenajeados es muy larga: sanitarios, policías, bomberos, trabajadores de los supermercados, trabajadores de la limpieza, de las residencias de mayores… Pero nosotros queríamos hoy destacar también la labor de otro colectivo, valeroso a la par que silencioso; discreto en este estado de alarma, pero sin el que nada habría sido ni sería igual en el futuro: hablamos de los hombres y las mujeres del campo, y en nuestro caso del campo asturiano.
Porque los animales no entienden de confinamientos, y hay que catar, dar de comer y cuidar en general del ganado.
Porque la huerta no puede esperar a mañana para ser sembrada, recogida o atendida.
Porque donde vuestras labores de producción artesanales no son fáciles, la incomunicación las ha hecho más complicadas todavía.
Porque precisamente, gran parte de ellos ya peinan unas cuantas canas y son de los que más se la han jugado.
Porque una vez más, lo más fácil hubiese sido dejar “que salga el sol por donde quiera”; pero eso no va con vosotros.
Por todo eso hoy quisiéramos convocar un homenaje por todos esos luchadores callados, por esos héroes silenciosos que una vez más han dado tanto, sin pedir nada a cambio. No vamos a pediros un aplauso por ellos, porque sería difícil que lo escuchasen desde todos los rincones de Asturias en los que viven; lo que sí os vamos a animar, es a hacérselo saber de la mejor manera. Poniendo en vuestra mesa los sabores de sus productos en vuestra primera celebración con los vuestros.
Porque así ellos entenderán que, otra vez más, su esfuerzo ha valido la pena y que sus frutos perdurarán en el tiempo en forma de tradición y cultura gastronómica de la región.