El Viejo Pescador: las conservas gourmet con sabor asturiano

Solo las frías y bravas aguas del Cantábrico pueden ofrecer los mejores manjares del mar. Materias primas de la mejor calidad que, gracias a la tradición conservera de Tapia de Casariego y a la apuesta en su día de Emilio Álvarez, y en la actualidad, de Carlos Díaz y su mujer Ángela, llegan a nuestras despensas y mesas en forma de conservas gourmet con sello asturiano.  Porque solo a partir de los tesoros de nuestra mar se pueden ofrecer productos de cercanía y calidad suprema como los de El Viejo Pescador.

Una conservera que desde Tapia de Casariego nos ofrece mejillones, bonito, sardinillas, anchoas tanto en aceite de oliva, como al natural o escabeche y, por supuesto, pulpo para llevar a nuestras mesas los manjares del Cantábrico. Productos trabajados manualmente y 100% naturales perfectos para aperitivos, comidas o meriendas y para dar ese mordisco único con sabor asturiano.

Tapia de Casariego, cuna de conserveras

Sus casas encaladas, bares y sus cuatro diques conforman no solo el bello paisaje de esta villa marinera. Resguardan, además, una tradición que se remonta a 1880 cuando concluyó la reforma del puerto y comenzó a labrarse un pasado, presente y futuro marcado por su cultura pesquera y conservera.

Y es que, desde hace más de un siglo, este pueblo del occidente asturiano ha visto como las conserveras artesanales aprovechaban los esfuerzos de los pescadores por traer a la tierra lo mejor del mar y dar vida a conservas que acerca los sabores del Cantábrico más allá de nuestras vigorosas costas.

El Viejo Pescador, conservas gourmet con sabor a Cantábrico

Así, con el aroma del salitre y el sabor inconfundible del mar Cantábrico, El Viejo Pescador lleva a los hogares los tesoros de nuestra costa desde 1998. Año en el que su fundador, Emilio Álvarez continúa la vinculación familiar ligada a la pesca y las conservas; al puerto de Tapia, para dejar atrás el desempleo y apostar por los productos del mar con todo su valor alimenticio, sin conservantes ni aditivos, recién salidos del cocedero.

Una forma de elaboración artesanal y manual que enamora casi dos décadas después a Carlos Díaz y su mujer Ángela cuya apuesta por las conservas gourmet les llevó a dar un giro radical a sus vidas.

Era 2017 cuando Carlos, director de una sucursal bancaria en Gijón, le proponen trabajar en Argentina. El matrimonio decidió, entonces, volver al pueblo de Ángela y afrontar un futuro lleno de esfuerzo, sacrificio y, sobre todo, del sabor del mar.

La aventura fue posible gracias a que Emilio, dueño de El Viejo Pescador, estaba a punto de jubilarse, pero antes de pasar el testigo le transmitieron todo su saber conservado de generación en generación entre las familias tapiegas.

Así, Carlos y Ángela apostaron por volver al mundo rural  y combinar la maestría tradicional conservera de Tapia con nuevas apuestas como su producto estrella, el pulpo del Cantábrico cocido en su jugo.

Pulpo del Cantábrico
Pulpo del Cantábrico – Conservas gourmet

Pulpo sostenible y de calidad

Aunque no podemos decir que destaca por su tamaño, no podemos negar que el pulpo del mar Cantábrico nos encandila por su fibrosidad, textura y, especialmente, por su extraordinario sabor que solo le confiere vivir en las aguas de nuestro litoral.

Y así, apostando por la pesca sostenible y el pulpo con sello del Cantábrico, El Viejo Pescador ha hecho de las patas del pulpo cocido en su jugo un buque insignia certificado con la marca de pesca sostenible MSC y conquistar Holanda, Italia, México y, por supuesto, el hogar de los asturianos y los amantes de los productos del Paraíso, hasta representar el 80% de su facturación.

Porque El Viejo Pescador es una apuesta por la tradición conservera del litoral cantábrico, por las materias primas de calidad, por la conservación y preservación de nuestros mares y por elaboraciones artesanales y naturales para poner en nuestra despensa y en nuestras mesas las mejores conservar gourmet con sabor asturiano.

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