Bajo la Indicación Geográfica Protegida «Los Beyos», quedan amparados los quesos elaborados con leche de vaca, de oveja o de cabra; cada uno de ellos con sus propios matices, conferidos por el tipo de leche empleada como materia prima, pero idénticos en su proceso de elaboración, lo que les proporciona unas características comunes, inherentes a esta variedad quesera.
La zona de elaboración, se encuentra ubicada en la vertiente atlántica de la cordillera Cantábrica, en su sector centro-oriental, coincidiendo con la cuenca alta del río Sella, que discurre, en este tramo, a través del desfiladero de Los Beyos, del que toma su nombre el queso.
El prestigio de este queso, vinculado a la zona de producción tradicional, queda demostrado a lo largo de la historia, a través de los diferentes escritos, de la voz popular y de la práctica artesanal que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que a día de hoy se sigue manteniendo, con las diferencias lógicas debidas a los avances tecnológicos y adaptaciones en función de criterios higiénico- sanitarios.
Se trata de un queso madurado, de coagulación predominantemente láctica, de pequeño tamaño, cilíndrico, de diámetro ligeramente superior a la altura, con un peso entre 250 y 500 gramos; de corteza fina y rugosa; de pasta semidura a dura, cerrada y desmenuzable al corte; de textura firme y friable, poco o nada elástica; con aroma y sabor característicos, agradables y equilibrados, dentro de la familia láctica, que recuerdan a la leche de la que proceden.