Tradicionalmente conocidas como fabes «del cura» o «de la granja», por su calidad. Es una judía seca mantecosa, arriñonada y con un considerable calibre y considerada como la alubia asturiana por excelencia. Esta Phaseolus Vulgaris se cultiva prácticamente en la totalidad de Asturias.

En Asturias, el cultivo de la judía tiene una tradición casi tan antigua como la del maíz. En particular la faba de la Granja, también conocida como variedad Andecha, tiene la flor blanca, la vaina verde y el grano blanco. Las condiciones más favorables para su explotación son con suelo húmedo y temperaturas no inferiores a 12º-15º, por debajo de las cuales se originan problemas de germinación deficiente y baja rentabilidad.

El clima ideal para su cultivo oscila entre los 18º y 24º, que son los que se dan en el norte de España de mayo a septiembre, meses que cubren su ciclo de producción. No tolera los suelos muy arcillosos, ni aquellos con problemas de drenaje.

Una vez cultivada la alubia se deseca a temperatura ambiente, si bien tradicionalmente les «fabes fresques» se consumían en los meses de septiembre y octubre, resultando un plato mucho más suave y en absoluto flatulento.

Actualmente esta faba fresca ha vuelto a los escenarios gastronómicos por su calidad, frescura y finura, pudiendo ser congelada y consumida en cualquier momento del año.