En los últimos años, y principalmente debido al éxito de la recuperación de las razas antes comentadas, otras como la Pita Pinta (Gallina Pinta) Asturiana o la Cabra Bermeya, también se están subiendo al carro de la recuperación, no solo como especies tradicionales y autóctonas, sino como productos gastronómicos con un amplio potencial.

Los pitos pintos, en forma de capones, aún muy escasos, alcanzan un peso de 3.5 kgs. dando como resultado una carne excelente para la elaboración de guisos tradicionales y arroces. Por su parte los cabritos de carne bermeya poseen cada vez más demanda en el área oriental y occidental asturiana.