Asturias posee una evidente tradición conservera, y más en cuanto a pescados se refiere.

Si bien es cierto que en las últimas décadas la industria conservera más importante de la costa cantábrica se ha ido desplazando hacia el vecino territorio gallego, no menos cierto es también que a lo largo de nuestra costa asturiana se siguen localizando diversas pequeñas industrias conserveras donde la calidad y origen del producto manufacturado prima por encima de la cantidad.

Excelente bonito de costera con sus respectivos despieces en lomos, cogote o ventresca, sardinillas, mejillones, pequeñas partidas de anchoa de calidad, nuestros exquisitos oricios o caballa (xarda) de temporada, son solo algunas de las propuestas con las que el pequeño conservero asturiano abastece un interesante mercado.